El DF para Dos

Yo creo que si algo puedo decir que he aprendido estos casi dos meses es que la vida da giros inesperados y rápidos sin pedirle permiso a nadie... lo he dicho casi la mitad de las veces que escribo

Se que ahora algunos de ustedes no van a entender nada, pensaran que me finamente termine de volverme loquito, yo creo que tienen un poco de razón. No es para menos con tanto cambio, bien loquito ando por estos lados.

Les voy a hablar de Sayury, si así se llama, una antropologa que hace algún tiempo atrás llego al DF desde el norte de mexico, la conocí en el cumpleaños de Guille, un amigo en común ( y gran tipo, porque no decirlo), hace algunas semanas atrás,yo andaba medio perdido pensando en cualquier cosa, como es mi estado habitual, yo miraba con mi clásico desgano, el fondo oscuro del departamento cuando ella abrió la puerta... música, comida, mucha conversa y como en una película, un fundido largo, cambio de plano y un cartel, o allá abajito que dice "tres semanas después..." la cámara sube y se nos ve paseando por la condeza, por parque hundido, en busca de un restaurante inexistente el domingo por la tarde, tomándonos un café en el centro de tlalpan, bailando en una esquina del parque mexico, con ataque de riza en un metro bus, cantando cebolla de la mejor clase mientras místico saca los números de la lotería local, discutiendo sobre mi capacidad de no quedarme callado mientras intentamos ir al cine acá por insurgentes, cocinando cualquier cosa una noche en la semana o corriendo para tomar un pesero (microbus) a un destino incierto.

No es mi intención entrar en grandes explicaciones ni en largos cuentos (no creo que sea lo mas atinado de mi parte y estaría demás), solo quiero transmitirles que estoy muy contento estar hoy con ella, se ha transformado en un gran apoyo estos días extraños en el df, ya habrá tiempo para los detalles y la historias, insisto.. también quiero que sepan que no ha sido fácil hacer a un lado las historias, santiaguinas que hasta hace poco rondaban mi cabezota....y aceptar que mi vida hoy transcurre acá a casi 10000 kilómetros de casa....

Después de casi dos meses de locura puedo decir que mi corazón encuentra un poco de paz en esta megaciudad, hoy, el DF es para dos.