Bogota que bonita cuidad!, castigada por años de guerra y droga mantiene una arquitectura y un carácter que hacen que valga la pena visitarla, la gente, la comida son de lo mejor, según el gordo me toco en una de sus mejores caras
sin lluvia y un tibio sol de verano, los cafes de Juan Valdéz, el cerro monserrate, el barrio de la candelaria, los museos botero y del oro, más la calida compañia de mi primo, su señora y mi amigo José David hicieron que pudiera dar la pausa nescesaria para no colapsar de la neura. Hasta el dia lunes no me cuestione ni me
pregunte nada sobre mi futuro inmediato sino hasta el lunes por la mañana... una agradable pausa a tanta locura.
sábado, 16 de junio de 2007
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